miércoles, 28 de agosto de 2013

HOMERO OYARCE ESCUADRA
TROVADOR, POETA Y ESCRITOR
Después de estar algunas semanas sin dar señales de vida por su blog, ha sido sobre todo porque se me juntó todo en lo personal: lo peor "sin las inmensas ganas de escribir", pero como siempre repito "soy el ave fenix que de las cenizas renace", hoy acà con ustedes con un homenaje personal a un grande como lo es nuestro hijo predilecto Homero Oyarce.
Homero Oyarce está comprometido con nuestro departamento de Amazonas y con el Perù, es por ello que quiero compartir con ustedes estos pàrrafos para que lo conozcan un poco màs y sepan de la humildad, sencillez y dotes de gran persona, como siempre lo fuè, hablo de su compromiso con nuestro gran Amazonas, por que èl hace poco estuvo en nuestra capital, Chachapoyas participando activamente y como promotor de la primera cruzada mèdica internacional en la semana patronal de la Virgen Asunta en Chachapoyas, la cual fuè un èxito, aquí revelo parte de la historia de vida de nuestro hijo predilecto.
Estuve presente en el espectàculo ofrecido por Homero e Illarek, por cierto una agrupaciòn excelente, hijos de Chachapoyas, para los cuales Homero tuvo palabras de elogio, con la amistad ganada aùn mas despuès de presentarse juntos por centroamèrica, el espectáculo  no me podìa extrañar porque se trataba de una de las personas que admiro por la manera de expresar su arte, despuès del efìmero abrazo con Homero por lo recargada de su agenda, ya no tuve la oportunidad de platicar con èl, pero acà un extracto de lo que es èl, para conocimiento de los que aùn no tienen la suerte de conocerlo.
Homero es nacido en el caserío de Chilingote, distrito de Leymebamba, provincia de Chachapoyas, Departamento de Amazonas. Su infancia la vivió en los campos, mezclando juego y trabajo. Estudió Sociología en la Universidad Pedro Ruiz Gallo en la ciudad de Chiclayo.
  • A la tierna edad de cuatro años tenia que ir a traer agua del río, dar de comer a las gallinas, cerdos, traer leña. “Cuidar vacas, llevar cargas de maíz, frijol... todo lo que se hace en el mundo campesino. Los meses de vacaciones de la escuela, papá decía: ‘ya descansaron en la escuela, ahora les toca ayudarme’. Hasta los ocho años supe lo que era tener zapatos. Mi madre tuvo siete hijos, cuatro murieron casi recién nacidos, la mortandad infantil en el campo es grande. Yo también estuve a punto de morir varias veces”.
  • “Cuando mi padre tenía como 80 años descubrí que tenía un cuaderno con poemas y cuando joven tocaba la guitarra. Nunca quiso que yo tocara la guitarra pensaba que iba a ser borracho y mujeriego. Esa guitarra desapareció cuando yo tenía ocho años de edad”.
  • “En la universidad comencé a cantar y componer. Gané un festival de la canción. Mi sueño era irme lejos. Una compañera de estudios se casó con un holandés, se fue a vivir a ese país. Me hablaba de los festivales allá y me entró la ilusión de ir. Trabajé y ahorré, esperanzado que mi amiga me iba a apoyar y me fuí. Estando allá no era la misma, quería que le cuidara su hijo.
  • Pensé ¿qué voy a hacer aquí, sin el idioma y con sólo 50 dólares en el bolsillo? Comencé a cantar, conocí un par de holandeses que habían vivido en México y hablaban español. Ellos hicieron que yo cantara en una iglesia donde se presentaba un obispo famoso, canté, derrepente se presentó la televisión, me preguntaron si quería participar. Canté una canción, me pagaron 750 dólares. Ya tenía para mi pasaje de regreso a Perú, pero no lo hice. Me dediqué realmente a ser un cantor. Fué cuando hice mi primer disco”.
  • “En 1981 participé en el Festival Internacional de la Canción Popular en Berlín. En el 88’ en Lima, en el Festival de Canción Latinoamericana con Mercedes Sosa, Pablo Milánes, Silvio Rodríguez, muchos artistas reconocidos, ahora legendarios. También estuve en Cuba con Pablo Milánes y García Márquez, fueron  momentos fantásticos que nunca olvidaré. También aquí, en el Área de la Bahía, cuando trabajé en el Hospital de Stanford cantándole a los pacientes fue algo grandioso en mi vida”.
  • “Recientemente alguién me habló del Perú para decirme ‘Gracias’. ¿Por qué? si no me conoces, contestó, ‘yo lo conozco muy bien. Mi padre era obrero de la construcción, pobre pero inteligente y educado. Al llegar de trabajar se bañaba, se sentaba en un rinconcito y en su casetera ponía su música. Un día encontré llorando a mi papá, me abrazó y me dijo: hijito, escucha esto, la canción se llama ‘Niño de Tostada Piel’. Su padre le dijo, hijito apréndetela, porque un día no quiero que sufras como yo. Ya cumplí con mi obligación, sabía que un día le tenía que agradecer a usted. Ahora soy médico. Ya le compré su casita a mi papá”.
  • “Otro joven me habló por Internet. ‘Señor Oyarce usted tiene una canción que se llama Mamita María, esa canción no es solamente para su mamá, he hecho una obra de teatro basada en esa canción y quisiera mostrarla cuando usted venga”.
Por invitación de la Universidad Loyola de New Orleáns, Homero llega a los Estados Unidos. Un amigo lo invita a ir a California para cantar en La Peña Moai en East Palo Alto. “Canté y ahí conocí la que ahora es mi esposa”.
Homero tiene dos hijos, le da prioridad a su familia. Comenta:
  • “Toda la fama que yo pude alcanzar no se compara con el privilegio de ser padre. La fama es algo que se va. Después del aplauso se apagan las luces y te quedas sólo. Los hijos son una proyección  de tu vida, en mis hijos veo mi pasado, a mis padres. Mi futuro proyectado”.
Muchos músicos le dan prioridad al trabajo y la familia va en segundo, según Homero Oyarce: 
  • “Por el ego, porque primero soy yo, segundo yo, y tercero yo. Es el ego del artista, cuando te dejas envolver por ese ego te olvidas que tienes hijos que tienes la oportunidad de hacer que esa semillita crezca”.
A Homero Oyarce le gusta ir a la montaña, sentarse a contemplar la magia de los verdes. Los claros y obscuros que da la naturaleza. Mira y escucha con inspiración.

  • “Admiré a Víctor Jara, me dolió mucho su muerte. Yo quise ser una humilde hebra de esa esperanza que a él, le truncaron, o nos truncaron a nosotros de la posibilidad de que él siguiera tejiendo esa esperanza. Atahualpa Yupanqui. Después Pablo Milanés y Serrat. Sabina tiene cosas maravillosas”.
Mensaje a la juventud
“Que estudien porque el estudiar libera. Que muestren que nuestra raza es inteligente,que podemos alcanzar el cielo. Que se diviertan intensamente, que no caigan en las garras de las drogas, va en detrimento de nuestra gente”.
Es Homero, nuestro gran trovador y menciòn aparte como le hablò un joven por internet, que la canciòn Mamita Marìa, no solo la hizo para su madre, Homero, tambièn la hiciste para la mìa y ese dìa en el coliseo te hablè que tambièn la hiciste para mi madre que ya casi a seis años de su muerte aùn la escucha en el cielo y cuando amigo Homero, en esta nuestra tierra llueve, quiero que sepas que se la dediquè y que aùn la sigue escuchando.



 

1 comentario:

  1. Hola Homero soy Doraliza tengo tantos recuerdos buenos de ti que sería muy difícil olvidar, te acuerdas cuando te tenia harto que me contarás Niño de tostada piel, te mando abrazos y besos

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