EN CARIDAD NO HAY EXCESOS
La mayoría del
amanecer de mis días, en cada uno de ellos por casi siempre la primera idea es
el pensar que puedo o podemos hacer para ayudar a las personas que en sì
necesitan ayuda y que en muchas de las veces las ignoramos, y en estos días
de este frio invierno de octubre, viendo personalmente un caso muy especial de
un niño del anexo de San José de Rejo perteneciente a la jurisdicción de
nuestro distrito, me acordé que una vez revisando la biblioteca de mi
padre encontré un libro de cuentos, por lo que recostado sobre
la vieja cama de adolecente que quedo encerrada en la habitación donde pase mis
primeros 16 años me puse a leer y especialmente su contenido era una manera deber
como podemos ayudar a aquellos niños con capacidades diferentes.
Esta semana, visité ese hogar y lo que hice más que entablar una conversación pidiendo la autorización de los padres el poder enfocar este tema como una manera de pedir ayuda a este niño con capacidad diferente, lo que hice es sentarme a contarles a sus hermanitos el contenido de ese libro de cuentos, que expresa lo siguiente y lo comparto con todos ustedes:
Esta semana, visité ese hogar y lo que hice más que entablar una conversación pidiendo la autorización de los padres el poder enfocar este tema como una manera de pedir ayuda a este niño con capacidad diferente, lo que hice es sentarme a contarles a sus hermanitos el contenido de ese libro de cuentos, que expresa lo siguiente y lo comparto con todos ustedes:
“Una mascota
especial”
Juan pasa por la Veterinaria y ve un cartel en el vidrio del mostrador que dice: “cachorritos en venta” a solo S/.80.00.
Ingresa y le dice al propietario del establecimiento: Sólo
tengo S/. 10.00 ¿Me deja verlos?
El propietario, lo lleva a verlos. Y ahí, es cuando le
advierte que uno de los hermosos cachorros que se exhibían en el mostrador, tiene
una patita defectuosa.
Entonces Juan dice, mirando al que tiene la patita defectuosa: ¡Ése es el cachorrito que quiero yo!
Entonces Juan dice, mirando al que tiene la patita defectuosa: ¡Ése es el cachorrito que quiero yo!
El propietario le responde: Si ese es justo el que tú quieres, entonces yo te lo regalaré.
El niño Juan le responde: ¡No quiero que me lo regale! Porque
ese cachorrito vale lo mismo que los otros cachorros, yo como no tengo toda la
plata hoy, se lo pagaré poco a poco, mes a mes.
La respuesta del dueño del local fue: Pero mira ese cachorrito nunca podrá
correr, ni saltar, ni jugar.
Entonces, Juan con el perrito ya en sus brazos, le
muestra que tiene un “aparato” en su pierna izquierda y le contesta: Mire, yo tampoco puedo correr. Además, el
perrito necesitará a alguien que lo comprenda.
La respuesta del propietario fue: Sólo deseo que los demás cachorros encuentren un dueño como tú.
Hagamos de nuestro mundo un mundo con acceso para todos.
De cada uno de nosotros depende lograrlo.
Entonces en esta
cadena de favores espero que se
quede en mente de todos los que logran leer que imagino serán muchos, lo que
podemos hacer ayudando a este niño, compartamos lo poco que tenemos en ayuda de
esta familia, que si logramos que muchos lo podamos poner en práctica la
palabra cadena de favores, nuestra
ciudad, nuestra provincia, nuestro país, nuestro continente, y porque no el
mundo entero, edificaría día a día un mundo de favor y excelencia. A
pesar de todos los problemas que ya existen, nosotros tenemos la inteligencia,
la fuerza, y el poder para hacer salir adelante y revolucionar lo que pasa en
la actualidad y este es un caso muy especial y acá tenemos las reglas de oro para ayudar:
- Todo es posible, si otros ya lo lograron es porque no es imposible.
- El reino de las posibilidades esta dentro de nosotros.
- Todo depende de tí.
- Piensa en algo para cambiar al mundo y ponlo en práctica.
- El que no sirve para servir, no sirve para vivir.
Esto requiere de un profundo acto de
fe en la voluntad de la gente, siempre va a ver personas que no puedan hacer
algo por si solas, por el solo hecho de nacer con capacidades diferentes, pero
es ahí donde nosotros vamos a actuar y vamos a tener el privilegio de poder
ayudarlos.
Busquemos la manera de
ayudarnos unos a otros a tener más amor y a hacer el bien.”. (Hebreos 10.24).
La ayuda es como el fuego si no se comunica y no se demuestra,
se apaga.
Padres. Sr. Segundo Gamaniel Fernandez Garcìa; Sra. Esperanza Fuentes Burga,telèfonos 961630135 o al #971551165.E_mail gildemeisteramazonas@gmail.com. Anticipamos los agradecimientos a todas las personas que se involucren en el presente caso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario