SE DEBE DECLARAR EN EMERGENCIA CAMAL MUNICIPAL
En otra de las tantas visitas que como ciudadanos realizamos
al camal municipal y al que limitadamente podemos decir mercado de abastos
de nuestro Distrito, seguimos insistiendo en los serios problemas de salubridad
en el que se encuentran.
En el llamado camal municipal, existe la conexión de agua en pésimo
estado, la cual se encuentra “parchada” con trozos de jebes de llantas, la
estructura de metal en las que se cuelgan las carnes están oxidadas, la loza
donde se lava las presas están totalmente sucias, pero ya sobre estas
observaciones hechas, la que llama mayor atención en que no existe una poza de
sedimentación de sólidos que permita filtrar las aguas, las cuales una vez
abierta las víceras de los animales sacrificados llegan a caer sobre la
carretera principal de ingreso a la ciudad, precisamente a una vertiente de
agua la cual cauce abajo es contaminada es su totalidad y es este lo que se ha
convertido en una acequia altamente contaminante y pestilente que se encuentra
al lado de la zona de oreo de las carnes.
El pedido a todas las autoridades, llámese Municipalidad, sub
prefectura, Policía Nacional del Perú, Centro de Salud, representantes de
bases, es desde acá, inspeccionar y comprobar las precarias condiciones en que
se sacrifica el ganado para consumo de nuestros conciudadanos por y se declare
en emergencia el camal municipal y el expendio de carnes del mercado de abastos
de Camporredondo, recintos que ni al representante de SENASA creo lo
interesa.
El expendio de carnes del mercado de abastos es otro foco
infeccioso, ya que no cuenta con maquinaria para corte de carnes y todo se hace
de manera artesanal, siendo las carnes cortadas sobre viejos troncos de madera
los cuales al golpe de los hachazos impregnan sus astillas dentro de la carne y
es el momento de que cuando ya son ingeridos en los alimentos se encuentran
esas astillas que son un peligro para la salud. La asociación de ganaderos, así
como también los comerciantes de carnes en muchas oportunidades han hecho
sentir su malestra a las autoridades de turno, la cuales han hecho caso omiso,
mencionando así que: “Ya no es una camal, lo que Camporredondo tiene, si no es
un matadero municipal que no brinda las garantías a la población”. Sin ir muy
lejos en otros Distritos y como ejemplo el Distrito de Lonya Grande, se
administran con máquinas modernas y en ambientes adecuados. En la actualidad el
camal municipal y el expendio de carne del mercado de abastos es un caos. Esperamos
que con estas denuncias públicas las autoridades hagan algo por su mejora y
solucionar este problema ya que las imágenes hablan por sí solas.
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