"MAMITA MARTHA, EL AMOR PUEDE LLEGAR DE MILLLONES DE MANERAS DIFERENTES, EN MILLONES DE LUGARES DIFERENTES, EN MILLLONES DE MOMENTOS DIFERENTES Y CON MILLLONES DE  PERSONAS DIFERENTES. PORQUE EL AMOR NUNCA MUERE, SÓLO DUERME,

COMO EL MAS PURO AMOR TUYO"

Queridos amigos:
Es difícil escribir algo justo en este dìa en que mi madre con una lucha tenàz contra su enfermedad se fuè de esta vida terrenal, perder al ser mas amado como una madre, hace que la herida estè abierta y por ella ingresen todos los demàs sentimientos y los recuerdos de toda una vida a su lado. Pero siempre nos và a reconfortar tener el amor que sentimos por ella y la imagen de su amor mas puro por nosotros nunca desaparecerá de nuestras vidas.
Hay un poema de Juan Ramón Jiménez que leo cuando me siento triste, y cuando la melancolía anida en mi corazón.

El viaje definitivo
... Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando; y se quedará mi huerto, con su verde árbol, y con su pozo blanco. Todas las tardes, el cielo será azul y plácido; y tocarán, como esta tarde están tocando, las campanas del campanario. Se morirán aquellos que me amaron; y el pueblo se hará nuevo cada año; y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado, mi espíritu errará, nostálgico... Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol verde, sin pozo blanco, sin cielo azul y plácido...Y se quedarán los pájaros cantando.

Un poema triste...., pero como casi todo lo triste tiene algo de bello que nos sobrecoge el alma y nos acerca un poco más a la bondad, porque lo único verdaderamente grande en este mundo es el amor y la bondad....lo demás siempre es adjetivo. Por eso, cuando se nos va de nuestra vida una persona a la que hemos querido mucho, nuestro corazón sufre y nuestra alma sangra dolor y llanto. Esas personas que ya no estàn con nosotros son espìritus puros, se los puede ver en las miradas de sus recuerdos, miradas como el dulce canto de la bondad y la suave fragancia de la sensibilidad... ellas son personas afortunadas por vivir en un paraìso y todavía son más aquellas que todos los dìas viven en nuestras mentes y se sienten que nos tienen a su lado.
A mi padre y mis hermanos ... no preocuparse, esa esposa y madre vive...sí, vive...porque hasta que uno de los cuatro siga en este mundo, amándola y recordándola, ella nunca morirá.
Seguiremos unidos asì como cuando ese triste amanecer del 10 de enero del 2008, cuando nuestra madre caminaba al encuentro del sumo hacedor, lloremos su muerte, pero hasta hoy seguimos teniendo toda la fuerza de nuestras vidas para seguir amándola y recordándola. Que Dios te bendiga madrecita Martha, a un año màs de tu partida.